“¡Mamá, me aburro!” una frase que resuena en muchos hogares. Y, en más de una ocasión, la respuesta inmediata suele ser encender la tele o prestarles la tablet, especialmente durante las vacaciones, como hablamos en este post. Sin embargo, esta solución rápida puede convertirse en un hábito que dificulte el desarrollo de la tolerancia a la frustración y aumente la dependencia de estímulos constantes.
Y es que el aburrimiento, lejos de ser un problema, puede ser una oportunidad maravillosa para fomentar la creatividad y el juego libre si sabemos gestionarlo adecuadamente.
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La importancia de anticiparse
Para no caer en el uso automático de dispositivos, lo ideal es prepararnos y generar un ambiente donde las alternativas cobren protagonismo. Antes de entrar en propuestas concretas por edades, comparto algunas claves generales:
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Establecer acuerdos claros: pactar con los niños cuándo, cómo y cuánto pueden usar las pantallas ayuda a prevenir discusiones y favorece rutinas más equilibradas. Para ello, puede ser útil crear un acuerdo familiar para el uso de pantallas. También es de ayuda mantener los dispositivos fuera del alcance o de la vista cuando no se estén utilizando.
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Crear un tarro de ideas: en un momento tranquilo, podéis escribir juntos en papelitos de colores distintas actividades para hacer cuando llegue el aburrimiento. Se guardan en un bote decorado y, cuando no sepan a qué jugar, pueden sacar uno al azar.
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Dar ejemplo con nuestro comportamiento: si queremos que gestionen bien su tiempo frente a las pantallas, es esencial que nos vean hacerlo. Dejar el móvil a un lado durante las comidas o dedicar ratos a jugar juntos sin tecnología deja una huella muy poderosa.
Propuestas adaptadas a cada edad
Cada niño es diferente: sus intereses, habilidades y ritmos marcan cómo disfrutan de su tiempo libre. Lo importante es ofrecer opciones variadas que les permitan explorar, descubrir lo que les gusta y ganar autonomía. Muchas de estas propuestas, además, pueden adaptarse a distintas edades si se ajusta el nivel de dificultad.
De 0 a 5 años: explorar, ensuciarse y crear
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Juegos sensoriales: las actividades sensoriales con masas caseras, arroz de colores, gelatinas o espuma de afeitar les invitan a experimentar nuevas texturas.
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Refugios caseros: construir una cabaña con sillas y mantas despierta su imaginación y ofrece un rincón propio para jugar.
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Arte y creatividad: pinceles, dedos, esponjas o materiales reciclados. Las manualidades invitan a dejar volar la imaginación y dar rienda suelta a la creatividad.
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Juego simbólico: imitar la vida adulta con cocinitas, muñecos o disfraces les ayuda a comprender el mundo.
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Mini circuitos: con cojines, sillas y cinta adhesiva pueden crear recorridos que estimulan el movimiento y la coordinación.
De 6 a 12 años: manos a la obra y a explorar el mundo
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Construcciones y retos mentales: rompecabezas, Lego o bloques tipo Kapla fomentan la paciencia y la creatividad.
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Manualidades más complejas: crear pulseras, experimentar con materiales caseros o montar maquetas resulta estimulante.
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Cocinar juntos: preparar recetas sencillas como galletas o pizza casera les da autonomía y refuerza su autoestima.
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Actividades al aire libre: paseos por el campo, juegos en el parque o rutas en bicicleta combinan movimiento y naturaleza.
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Juegos de mesa: ideales para desarrollar atención, estrategia y habilidades sociales.
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Búsqueda del tesoro: montar un juego de pistas con acertijos convierte la casa en un terreno de aventuras.
A partir de 13 años: identidad, independencia y conexión social
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Descubrir una afición: aprender a tocar un instrumento, iniciarse en la fotografía o probar el lettering les permite expresarse y descubrir nuevas pasiones.
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Diseñar su espacio: redecorar su habitación o crear un rincón especial les ayuda a sentirse a gusto y reafirmar su personalidad.
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Deporte y equipo: practicar fútbol, baloncesto o cualquier otra actividad grupal mejora el estado de ánimo y fortalece vínculos.
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Amistades offline: invitar a amigos a casa, organizar una tarde de juegos o quedar en el parque también son formas sanas y divertidas de socializar.