La reciente tragedia de la DANA ha impactado profundamente en numerosas familias y comunidades.

Todos sentimos el corazón en un puño y, desde nuestras posibilidades, intentamos ayudar cada uno a su manera, aportando nuestro granito de arena.

Es una situación dolorosa y compleja tanto para adultos como para niños, quienes muchas veces escuchan nuestras conversaciones llenas de preocupación o ven imágenes impactantes en la televisión y otros canales.

Para los niños, estos eventos pueden generar confusión, miedo y tristeza. Como adultos, es importante que sepamos cómo hablar de estos temas con ellos de forma comprensible y sensible, para ayudarles a entender lo que está ocurriendo y a gestionar sus emociones de manera saludable.

A continuación comparto algunos recursos prácticos y recomendaciones para tratar este tema en casa y en la escuela, ofreciendo apoyo en este difícil momento. 💛

Cómo hablar con los niños de la tragedia de la DANA

1. Crea un espacio seguro y abierto al diálogo

Es fundamental que los niños sientan que tienen un lugar seguro para expresar sus emociones y pensamientos. Esto implica escuchar sin juzgar y permitirles hablar a su ritmo y sin presión. Un entorno de apoyo emocional puede ayudarles a procesar mejor lo ocurrido​.

2. Adapta el lenguaje según su edad y madurez

Cada etapa de desarrollo necesita un enfoque distinto. Los niños pequeños, por ejemplo, necesitan un lenguaje sencillo y directo, evitando palabras que puedan asustar, a menos que estén explicadas de forma adecuada.

Para los niños mayores, puede ser útil compartir detalles específicos, usando un mapa o imágenes de apoyo si es necesario para que comprendan el contexto. Es natural que algunos niños quieran entender lo sucedido. Ofrecer una narrativa simple, sincera y coherente les ayuda a procesar mejor el evento y a reducir su confusión o miedo. Es importante evitar mentiras o simplificaciones excesivas, ya que tarde o temprano descubrirán la verdad y esto podría erosionar su confianza en los adultos.

3. Valida sus emociones

Es común que los niños experimenten miedo, tristeza, ira o confusión tras un evento traumático. Todas estas emociones son válidas y es importante que los adultos las reconozcan. Frases como «Es normal sentirte así» o «Es comprensible que tengas miedo» pueden ofrecerles la validación que necesitan y les ayudarán a sentirse comprendidos.

4. No fuerces el diálogo

Si un niño no está listo para hablar, es esencial respetar su espacio. La comunicación no debe ser forzada. En lugar de eso, podemos ofrecer momentos tranquilos para que se sientan cómodos al expresar sus pensamientos cuando se sientan preparados. Insistir en hablar del tema cuando el niño no está dispuesto puede aumentar su ansiedad y rechazo.

5. Evita la «ley del silencio»

A veces, con la mejor intención, los adultos evitamos hablar de temas dolorosos para «proteger» a los niños. Sin embargo, esto puede llevar a una falta de comprensión del evento y a que los niños se sientan confundidos y desamparados. Es mejor integrar lo sucedido en la vida diaria y permitir que el niño haga preguntas cuando lo desee​.

6. El valor de la resiliencia y la solidaridad

Es fundamental ayudar a los niños a desarrollar resiliencia, haciéndoles ver que, aunque en la vida ocurren eventos dolorosos, siempre hay personas que les apoyan y les cuidan. Hablarles de la labor de los bomberos, médicos y otros profesionales que ayudan en emergencias puede darles una sensación de seguridad y esperanza.

También es importante aludir a la solidaridad y apoyo de la comunidad, mostrando como juntos somos capaces de superar los desafíos más grandes. Personas de distintos lugares se han movilizado para ayudar a quienes han perdido tanto, ofreciendo apoyo económico, donando materiales esenciales o colaborando físicamente en las labores de rescate y limpieza. Desde comunidades vecinas hasta personas de otros puntos del país y del mundo, la ayuda llega en forma de donativos, ropa, alimentos y hasta alojamiento para las familias que lo han perdido todo. Además, vemos cómo grupos de voluntarios colaboran en el rescate y recuperación de zonas afectadas, trabajando mano a mano con los servicios de emergencia. Este tipo de unión y cooperación es fundamental en estos momentos, pues nos recuerda que, como sociedad, somos más fuertes cuando trabajamos juntos y que cada pequeño acto de solidaridad contribuye a aliviar el dolor y a reconstruir poco a poco lo que se ha perdido.

7. Observa posibles cambios de conducta

Es posible que los niños experimenten cambios en su comportamiento tras vivir una situación traumática. Algunos síntomas más comunes son terrores nocturnos, mayor irascibilidad, distracción en clase o somatización de la tensión, como dolores de cabeza o de estómago. Estas son respuestas normales al trauma y, si persisten, es importante buscar ayuda profesional​.

Hablar con los niños sobre tragedias como la DANA no es fácil, pero es importante para su bienestar emocional.

Al crear un ambiente seguro, validar sus emociones y darles una narrativa clara y honesta, les estamos ayudando a procesar el evento y a desarrollar herramientas que les permitan manejar futuras situaciones difíciles.

Como adultos, es normal que nosotros también experimentemos emociones intensas ante estos sucesos, y es importante que gestionemos nuestros sentimientos de manera asertiva para transmitirles calma y seguridad. Podemos expresar nuestra tristeza o preocupación de una forma serena, evitando manifestar miedo intenso o desesperanza frente a ellos, ya que ellos toman como referencia nuestras reacciones para manejar sus propias emociones.

Además, es fundamental que nosotros también nos cuidemos para poder estar bien y ofrecer el apoyo que necesitan. Esto puede incluir tomar medidas como limitar la sobreexposición a noticias y redes sociales para evitar sobreinformación y reducir el estrés, apoyar de la forma que podamos —ya sea colaborando con ayuda directa o en acciones comunitarias—, y evitar compartir información no verificada o rumores que puedan crear más angustia.

Cuidarnos a nosotros mismos no solo nos fortalece a nivel emocional, sino que también nos permite estar disponibles para guiarles y apoyarles de manera saludable.

Como docentes y familias, tenemos la responsabilidad de acompañarlos en este proceso, asegurándonos de que se sientan escuchados, comprendidos y seguros para expresar sus emociones en un entorno de apoyo y empatía.

Algunos recursos útiles

Carmen Esteban, psicóloga infantil y perinatal y autora de la cuenta @mipsicologainfantil, ha escrito este cuento que podéis descargar gratuitamente tanto en castellano como en inglés, para que las familias y educadores podamos utilizarlo como herramienta para explicar esta tragedia a los niños y niñas.

Elena, la autora de @lapizarrapedagogica, ha escrito este cuento para explicar este tema a los niños. Está disponible de forma gratuita en varios idiomas, entre ellos castellano, catalán e inglés.

Recurso elaborado por Save the Children sobre cómo hablar con un niño o niña sobre una catástrofe natural.

Psicólogos de ámbito multidisciplinar han trabajado en la elaboración de esta guía con el objetivo de apoyar al personal docente en el regreso a las escuelas tras la DANA.

Esta iniciativa, creada por Ruben Gadea, pretende ayudar a los damnificados por la DANA, cuidando de los más pequeños, mientras se realizan tareas de limpieza y reconstrucción.

@modernadepueblo ilustra algunos consejos que las psicólogas de @turefugiopsicologia han recopilado para esta situación tan trágica que estamos viviendo.

UNICEF comparte una serie de consejos para ayudar a niños y adolescentes a sobrellevar el impacto de la DANA.

No puedo dejar de pensar en todas esas personas afectadas, niños y adultos. En la cantidad de desaparecidos, personas que han perdido a sus seres queridos, que de un día para otro se han quedado sin nada, y en las víctimas mortales.

Desde aquí quiero agradecer a todos los voluntarios y profesionales que se han volcado en cuidar y ayudar sin esperar nada a cambio, aportando su enorme granito de arena en esta situación tan dramática. 💛