El control de esfínteres es un hito madurativo importante en el desarrollo de los niños y niñas, y acompañarlos de manera respetuosa es fundamental para que esta etapa se viva de forma positiva. Es necesario abordar este proceso con paciencia, respeto y sensibilidad hacia las señales y necesidades individuales de cada niño. En lugar de imponer un cronograma rígido, es esencial observar y respetar los indicios que el niño muestra cuando está listo para comenzar esta etapa.

A continuación te proporciono algunos detalles sobre cómo acompañar el proceso de control de esfínteres. Exploraremos cómo llevar a cabo un control de esfínteres respetuoso centrándonos en las señales de preparación y cómo manejar los desafíos que puedan surgir.

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Cómo acompañar el control de esfínteres de manera respetuosa

Cómo saber cuándo es el momento

Solemos escuchar que la mejor época para retirar el pañal es durante el verano, aprovechando que los niños van con menos ropa y disponemos de más tiempo. También suelen llegar las prisas para retirar el pañal cuando el niño está a punto de empezar el colegio, pues en muchos se exige que no lleven pañales. Sin embargo, el momento ideal para la retirada del pañal es cuando cada niño o niña esté preparado, pues es un hito madurativo.

La edad en que los niños están listos para comenzar el proceso de control de esfínteres puede variar ampliamente. Por lo general, muchos niños empiezan a mostrar señales de preparación entre los 2 y los 3 años, pero algunos pueden estar listos antes o después. Algunas señales que indican que el niño podría estar preparado incluyen:

  • Interés en el baño: el niño puede mostrar curiosidad sobre el baño y los hábitos de los adultos.
  • Indicadores físicos: un niño que puede mantenerse seco durante períodos más largos y que puede comunicar la necesidad de ir al baño podría estar listo.
  • Capacidad de comunicación: si el niño es capaz de expresar que tiene que ir al baño, ya sea a través de palabras, señales o gestos, es un buen indicador de que está preparado.
  • Conciencia corporal: el niño puede mostrar señales de incomodidad cuando tiene el pañal sucio o mojado, lo que demuestra una conexión con las sensaciones corporales.

Cómo acompañar a tu hijo

  • Hazle partícipe: permite que el niño sea parte del proceso. En cuanto aprenda a andar, puedes empezar a hacerlo partícipe del proceso del cambio de pañal. Ofrécele la posibilidad de bajarse y subirse los pantalones, preparar la toallita o esponja, tirar su pañal sucio a la basura, etc.
  • Ropa apropiada: Opta por ropa que sea fácil de quitar, lo que facilitará las visitas al baño a medida que el niño adquiera habilidades de independencia.
  • Fomenta su autonomía: el control de esfínteres está muy relacionado con el desarrollo madurativo. Ofrécele autonomía en otras áreas para ayudarle a crecer y madurar, por ejemplo: comer solo, vestirse y desvestirse por sí mismo, dejar el biberón y el chupete…
  • Observación y comunicación: mantén una comunicación abierta y observa las señales de tu hijo. Pregunta si está interesado en usar el baño y anímalo a expresar sus necesidades. Dale la posibilidad de elegir entre ir al baño, orinal o usar pañal.
  • Crea un ambiente positivo: hacer que el baño sea un lugar cómodo y seguro es fundamental. Utiliza un orinal, un adaptador para el inodoro o un taburete para facilitar el acceso.
  • Modela el comportamiento:acompaña a tu hijo mostrándole cómo se usa el baño. La imitación es una poderosa herramienta de aprendizaje para los niños.
  • Ofrécele oportunidades: dale a tu hijo la oportunidad de usar el inodoro, pero respeta su decisión si no se siente cómodo en ese momento.
  • Manejar los accidentes con empatía: los escapes pueden formar parte del proceso. En lugar de regañar al niño, mantén la calma y bríndale apoyo. Limpia con tranquilidad (puedes pedirle que te ayude) y explícale que es normal y que a todos nos ha pasado.
  • Empatiza y adáptate: valida sus sentimientos. Si muestra resistencia o ansiedad, escucha sus preocupaciones y adapta la estrategia si es necesario. Recuerda que cada niño es único. Lo que funciona para uno puede no ser efectivo para otro. Ajusta tu enfoque según las necesidades individuales.

La retirada respetuosa del pañal y el control de esfínteres es un viaje emocionante que requiere tiempo, paciencia y comprensión. Acompañar a tu hijo en esta etapa de desarrollo les brinda la oportunidad de ganar confianza en sus habilidades y fomenta un ambiente de aprendizaje positivo. Recuerda que cada niño es único, por lo que es esencial ajustar el enfoque según las necesidades individuales de tu hijo.

 

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